Como podemos
apreciar, la historia es muy, pero muy distinta de cómo nos la contaron.
Ahora,
¿también seria cierto el odio acérrimo que Hitler sentía por los judíos? Primero, es necesario aclarar que el
antisemitismo, que consiste en las doctrinas y tendencias contra los judíos, no
fue inventado por Hitler ni por los alemanes. Este proviene de la Edad Media,
cuando se acusaba a los judíos de haber matado al «Hijo de Dios»;
posteriormente son tachados de usureros y discriminados en diversas partes de
Europa durante el siglo XIX. Todo este plan fue minuciosamente elaborado por la
Compañía de Jesús, ellos tenían que
desviar la atención y buscar chivos expiatorios para poder seguir acumulando
poder económico, político y social en el mundo, y si Usted amigo lector analiza
el fundamento o la ideología del antisemitismo, podrá observar que la base es
el asesinato del Hijo de Dios a manos de los judíos. Así mismo, la acusación de
amasar grandes fortunas y adueñarse de los capitales para ejercer opresión en
las gentes.
Los
antisemitas alemanes culparon a los judíos de la derrota de su país en la
Primera Guerra Mundial y de los problemas económicos de la posguerra, tachando
de avaros y mezquinos a los que eran empresarios y banqueros. Incluso se dijo
que había una especie de «conspiración judía» para impedir el progreso de
Alemania. Todo esto obviamente fustigado desde los pulpitos de las iglesias
Católicas. Entonces Hitler, identificado con las ideas antisemitas, las
utiliza y exagera para promover el odio hacia los judíos y con ello conseguir
la integración y la identidad nacional. Así, los judíos se convirtieron en
chivos expiatorios. De todas formas, los
historiadores aseguran que no se debe atribuir la persecución de los judíos
solo a Hitler, porque fue una acción colectiva que incluyó a funcionarios
públicos, militares, científicos y médicos, entre muchos otros, inspirados en
una lógica que sustentó políticas raciales antisemitas.
Por otro
lado, ¿por qué esas persecuciones contra los judíos, no incluyeron a las
familias más poderosas como los Rothschild, Cohen, Rockefeller y demás? Y lo
más asombroso, es que estas Familias lo apoyaron económicamente durante todo el
periodo del nazismo.
Otra
particularidad que llama poderosamente la atención es que las temibles SS de
Hitler fueron una copia exacta del organigrama de la compañía de Jesús. Hitler
y Himmler eran admiradores de los jesuitas y su fundador el militar San Ignacio
de Loyola. Pensaban con toda razón que como Loyola, los vascos son los
descendientes directos de la Atlántida. Y por lo tanto de sangre Aria. Himmler
pensaba que los famosos y aburridos ejercicios espirituales de San Ignacio
provenían de la Atlántida: eran en realidad técnicas de control mental. El
coadjutor y asistente de Himmler era un jesuita, Richard Korherr.
En América
los jesuitas se apropiaron de todos los centros geománticos esotéricos, lo
mismo que siempre obsesionó a los nazis. La jerarquía y juramentos de la SS
seguían principios jesuitas y masones (por ejemplo, los 12 discípulos, que era
una de los grupos secretos de los Caballeros de Himmler). El catecismo de la SS
imitaba al jesuita: Jesús era sustituido por El Führer. Las cacerías
de esclavos nazis, bien podrían tener origen jesuita.
Todos los
caminos llevan a Roma. Detrás de la pomposa panoplia del Vaticano, no hay
espiritualidad ni misticismo, eso no les interesa. Hay sólo dinero, poder y
mafia. Jesuitas y opusdeianos controlan grandes empresas y negocios en nombre
de Dios. Las grandes ongs católicas y misiones mantienen conexiones con
servicios de espionaje o son supernegocios, siempre escondidos tras una buena
causa, como Greenpeace. Julio II y Clemente VI regentaban burdeles en la Edad
Media, hoy en día no es muy distinto a través de sociedades indirectas o
secretas.
Todo en la
Iglesia – en las Iglesias judía, anglicana etc…- es una farsa o una fabula. Los
que se lo creen son como los voluntarios engañados de Greenpeace, como los
testigos de Jehová, los que se creen que hay una epidemia de sida en África. El
Vaticano jesuita es el más grande Imperio del mal. Hasta la CIA fue
montada por ex nazis y el Vaticano, según Jordán Maxwell. Recuerden que
el primer director de la CIA fue nada más ni nada menos que uno de los
testaferros de los Rockefeller y de los Rothschild, el señor Edgar Allan
Dulles.
“El paralelo
entre la SS y los jesuitas va más allá de las semejanzas en la metodología ocultista”
(Pennik en Las Ciencias Secretas de Hitler, p. 115)
Jesús es
Satán, la Estrella de la Mañana, Lucifer, la Luz de las Tinieblas, esa es la
razón por la que a los cristianos se les enseña a leer la Biblia por atrás,
para mantenerles lejos de los datos de la primera página. Esta curiosa teoría
es sostenida por el destacado tañedor de mandolina y arqueólogo, Colin Rivas.
(Continuara)