Conozca a Dobri Dobrev, un hombre de 98 años, un hombre que
perdió la audición en la segunda guerra mundial. Todos los días camina 10
kilómetros desde su aldea a la ciudad de Sofía, en ropas hechas por el mismo en su
casa y zapatos de cuero de tercera, allí se pasa el día pidiendo dinero. Varias
de las iglesias de la ciudad, conocidas por sus postraciones de agradecimiento
a todos los donantes, a través de un estudio realizado recientemente, se
llego a descubrir que este hombre ha donado hasta el último centavo - más de 40.000 euros - que ha
recogido, para la restauración de la descomposición de los monasterios búlgaros
y las facturas de servicios públicos de los orfanatos, mientras él vive de su
pensión mensual del Estado de 80 euros. Esta es un historia real, ojala hubiese
muchas personas así en este mundo, a lo mejor sería un poco mejor de lo
descompuesto que está hoy en día.
Meet 98 year old Dobri Dobrev, a man who lost his hearing in the second world war.
Every day he walks 10 kilometers from his village in his homemade clothes and leather shoes to the city of Sofia, where he spends the day begging for money.
Though a well known fixture around several of the city’s churches, known for his prostrations of thanks to all donors, it was only recently discovered that he has donated every penny he has collected, — over 40,000 euros — towards the restoration of decaying Bulgarian monasteries and the utility bills of orphanages, living instead off his monthly state pension of 80 euros.
En su paso por este mundo Jesús, se topó con diferentes
tipos de personas: gente rica, pobres, educadas y de diferentes niveles
sociales. Podemos ver también el trato de Jesús para con todos. En el relato de
Lucas sobre la viuda, la escritura no dice quién era esta mujer, cuál era su
nombre, de qué tribu descendía, solo se nos dice que era una viuda pobre. Vio a
los ricos que echaban las ofrendas en el arca y también a una mujer viuda muy
pobre que echaba su ofrenda (vs. 1,2). Mientras que muchos se fijaban en las
cosas superficiales y en la belleza exterior del templo, Dios se está fijando
en los corazones de los hombres.
Queridos Amigos, debemos preguntarnos: ¿Acaso estamos más
pendientes del exterior? ¿Más preocupados por lo que puedan pensar de nosotros?
¿Le hemos dado a la vida todo lo que tenemos o lo que siempre nos sobra?
Les aseguro que este hombre el día que parta, habrá evolucionado
y habrá trascendido más, que cualquiera que dice ser ministro de Dios, o que
dicen tener el conocimiento y la conciencia de las cosas. ¿En qué categoría podemos
ubicarnos? Cada uno dentro de sí, sabrá en donde está su amor, en sus palabras
e intenciones o en sus hechos……
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