EQUINOCCIO DE OTOÑO

Entre el 21 y 22 de septiembre, mucha gente celebra la llegada del otoño. En la tradición Druida, es conocida como Alban Elfed (Luz sobre las aguas), Es el momento que se crea una armonía entre la luz y la oscuridad,  es el segundo festiva de cosecha en la rueda del año, lo que habla de segundas oportunidades y lecciones aprendidas; de cobrar consciencia de que semillas hemos plantado en el pasado que no dios frutos y cual se convirtió en esplendida cosecha. También nos habla de la riqueza y generosidad de Madre Naturaleza, que nos ofrece más de una cosecha en nuestras vidas. Esto y la idea de segundas oportunidades puede servir de inspiración en esos momentos en que creemos que estamos perdidos y que no podremos lograr nuestros propósitos. Al colocarse en el extremo opuesto del equinoccio de primavera, cuando sembramos las primeras semillas de planes e ideas, el equinoccio de otoño es tiempo de celebrar lo obtenido y agradecer las oportunidades. La cosecha también es tiempo de compartir, no solo con amigos, si no con los más necesitados de la especie que sea. Es tiempo de alegría, de comida, de apreciar los frutos de la tierra y de nuestras vidas.

Este año en América (hemisferio norte), el equinoccio de otoño comenzara este 22 de septiembre a partir de las  22:44 pm,  hora UTC, y para Norteamérica, Centroamérica y el área del Caribe seria a las 17:44 pm. Y tendrá una duración de 89 días y 20 horas, la estación acabara el 21 de Diciembre con el arribo del invierno.

Ritual para la llegada del otoño:

Elaborar un pequeño altar, decorándolo con trigo, cebada o avena, también granos de maíz y frutos secos como el maní, avellanas,  nueces etc.

En un recipiente se puede llenar de hojas secas, o en una canastilla.

Si queréis adornarlo con flores, deben utilizar flores de estación.

Una vela color Marrón, naranja fuerte o rojo quemado.

Incienso de sándalo, mirra o benjuí.

Oración:

Doy Gracias a Dios Nuestro Creador, por los frutos de esta nueva cosecha. Cuando disfrutemos de los frutos de nuestras labores, la cosecha de nuestras vidas, no olvidaremos nunca a los que no son tan afortunados. Ofrecemos aquí una porción de nuestra fortuna
para los lugares donde más falta haga. Que así sea.
Que el Señor  bendiga estas ofrendas.

Gracias Madre Naturaleza, Madre de toda fertilidad, corté y coseché el fruto de mis acciones, buenas y malas. Dame el coraje para plantar semillas de alegría y amor
en el año venidero, eliminando la miseria y el odio.
Enséñame los secretos de la sabia existencia en éste planeta
luminaria de la noche.

Así sea, Así es y Así será.