¿Hasta qué
punto vivimos, los comunes mortales, en un mundo de fantasía? ¿Es la visión que
tenemos del mundo, una imagen agrandada y mejorada, al mejor estilo de
Hollywood?
El Estado
Ciudad del Vaticano es uno de los seis microestados europeos. La Ciudad
del Vaticano propiamente dicha tiene una extensión de
0,439 km² (44 hectáreas), y una población de
aproximadamente 900 habitantes, por lo que resulta un híbrido de ciudad, elevada
al rango de Estado independiente, siendo además el país más pequeño del
mundo, y el único que tiene por lengua oficial el latín. La Ciudad del Vaticano
comenzó su existencia en 1929, tras la firma de los Pactos de Letrán
celebrados entre la Santa Sede y el entonces Reino de
Italia, que en 1870 había conquistado los Estados Pontificios.
La Ciudad
del Vaticano alberga la Santa Sede, máxima institución de la Iglesia
católica. Aunque los dos nombres, «Ciudad del Vaticano» y «Santa Sede», se
utilizan a menudo como si fueran equivalentes, el primero se refiere a la
ciudad y a su territorio, mientras que el segundo se refiere a la institución
que dirige la Iglesia y que tiene personalidad jurídica propia
(como sujeto de derecho internacional). En rigor, es la Santa Sede, y no el
Estado del Vaticano, la que mantiene relaciones diplomáticas con los demás
países del mundo. Por otro lado, el Vaticano es quien da el soporte temporal
y soberano (sustrato territorial) para la actividad de la Santa Sede.
El Vaticano,
que alberga la Santa Sede, máxima institución de la Iglesia Católica, y que le
da soporte temporal y soberano para su actividad, es uno de los Estados con
mayores riquezas en el mundo, pero también sobre sí pesan denuncias de
corrupción, abusos e intrigas que han hecho temblar sus paredes en los últimos
años. A principios de 2012, una cadena
de televisión italiana publicó varias cartas enviadas en 2011 por el
exsecretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que
gestiona este Estado), Carlo María Viganó, al papa benemérito Benedicto XVI en
las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en
la administración vaticana. Luego de que
Viganó informara a Benedicto XVI de la corrupción en el Vaticano, fue removido
de su cargo para ser nombrado embajador de la Santa Sede en Washington, Estados
Unidos. “Santo Padre, mi transferencia justo ahora provocaría mucha
desorientación y desaliento en aquellos que han creído que era posible limpiar
tantas situaciones de corrupción y abuso de poder que han estado enraizadas en
la administración de tantos departamentos”, escribió Viganó a Benedicto XVI.
Para algunos
analistas internacionales, el papa benemérito tomó la histórica decisión de
retirarse por su “incapacidad” de encarar las luchas internas y casos de
corrupción en la Santa Sede. La filtración de los documentos también llegó a
las manos del periodista italiano Gian Luigi Nuzzi, quien los hizo públicos en
el libro "Sua Santita". El ejemplar contiene un número sin precedente
de escritos confidenciales sobre numerosos debates internos del Vaticano, como
la situación fiscal de la Iglesia y los escándalos de pederastia dentro del
movimiento de los Legionarios de Cristo. En estos documentos "emergen los
enfrentamientos secretos y las trampas a todo nivel" que cunden en los
palacios apostólicos, dijo el escritor.
Estos
hechos, que representan la mayor crisis que enfrenta desde hace más de un año
la Iglesia Católica, ocurrieron días después de la destitución del presidente
del Banco del Vaticano, el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), Ettore
Gotti Tedeschi.
El despido
de Gotti Tedeschi fue decidido al término de una guerra interna por la
aplicación de las normas internacionales para la transparencia en el Vaticano y
contra el lavado de dinero. La Policía italiana había encontrado documentos
confidenciales en la casa y oficina de Gotti Tedeschi, ubicadas en la ciudad de
Milán (noroeste), dirigidos a sus "amigos de más confianza" a los que
habría advertido: "Si me asesinan, buscad en estas cartas" información
sobre importantes personajes de la Santa Sede. Entre los personajes que
menciona en sus misivas está: el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal
Tarsicio Bertone, y el entonces secretario particular de Benedicto XVI, Georg
Gänswein, con los que el antiguo dirigente de la entidad financiera habría
hablado sobre el escándalo del bloqueo de capitales en el Banco del Vaticano.
Gotti
Tedeschi y el director general del IOR, Paolo Cipriani, eran investigados desde
el 2010 por no poder explicar el origen de 23 millones de euros (28 millones
904 mil dólares) que el Banco del Vaticano transfirió a cuentas que tenía en
otras dos entidades.
El IOR no
respondió a las reglas internacionales de “antirreciclaje”, al aparato de
seguridad y control –tanto a nivel italiano como en la Unión Europea (UE)-
establecido para evitar casos de lavado de dinero.
Ahora, yo
preguntaría: ¿Cuál es la finalidad de la existencia de la Iglesia Católica? ¿Acaso
su finalidad no es netamente espiritual, basada en la salvación de las
almas? La sede que la alberga cuenta con
riquezas materiales cuyas estimaciones se sitúan en unos 12 mil millones de
euros (15 mil 582 millones de dólares). Lo que se ha podido conocer, aunque la
estimación real supera ampliamente estas cifras.
Se sabe por
medio de las investigaciones del servicio secreto británico, que solamente con
la donación generosísima de Benito Mussolini, un militar que gobernó a Italia
desde 1922 hasta 1943, y que ascendía al
monto de 800 millones de dólares, el Vaticano podría haber adquirido en
Reino Unido, Francia y Suiza,
propiedades estratégicas que afianzarían su poder económico. La gran
mayoría de estas riquezas son invaluables obras de arte protegidas en grandes
muros de piedra y lujosos museos. Este ha sido un tema polémico en un mundo en
el que existe inacción frente a los 850 millones de personas que a diario
sufren de hambre y desnutrición.
El diario,
que examinó los archivos del servicio de inteligencia británico, indicó que el
Vaticano a través de una red de empresas fantasmas posee edificios en Londres
(capital de Inglaterra), entre ellos la tienda de Bulgari en la calle New Bond
o el del banco Capital Altium en la plaza de Saint-James.
Según The
Guardián, el dinero fue recibido por la Santa Sede en 1929 de manos de
Mussolini a cambio del reconocimiento papal del gobierno fascista italiano. La
opulencia del Vaticano se consolido con
la generosidad de Benito Mussolini, quien gracias a la firma del tratado de
Letrán entre su gobierno y la Santa Sede, otorgó a la Iglesia Católica una
serie de garantías y medidas de protección, reseñó el director de radio
boliviano Fides, el sacerdote Eduardo Pérez, en un artículo.
"La
'Santa Sede' consiguió que la reconocieran como un Estado soberano, se
benefició de la exención impositiva de sus bienes como en beneficio de sus
ciudadanos, tampoco tenían que pagar derechos arancelarios por lo que
importaban del extranjero", explicó Pérez.
Así mismo,
me parece una enorme coincidencia que en ese año precisamente, se precipitaran muchos acontecimientos que
cambiarían las reglas del juego en este mundo, uno de ellos, quizás el más
significativo, el colapso de la bolsa de valores de new york y el afianzamiento
definitivo en el poder de la nueva monarquía y un novedoso sistema feudal, donde
los Señores propietarios del 90 por ciento de los medios de producción y de las
riquezas, gobiernan este mundo sin el menor ápice de humanidad.
El Papa Pio
XII siempre se negó a excomulgar a Hitler y a Mussolini, su pontificado se
caracterizó por adoptar una falsa pose de neutralidad. “Cuando los Nazis
invadieron Polonia, Pio XII se negó a condenar la invasión. Una de las mayores
ventajas que obtendría el Vaticano del muy lucrativo acuerdo que mantenía con
Hitler era la confirmación del Kirchensteuer, o sea, un impuesto
eclesiástico". Este es un impuesto
estatal que aún hoy día deben pagar los creyentes alemanes, y que sólo pueden
eludir si renuncian a su religión. En la práctica, son muy pocos los que
renuncian a ella. Esta paga representa entre el 8 y el 10 por ciento del total
impositivo que recauda el Gobierno alemán. Hoy en día,
el Vaticano es el consorcio económico-religioso más grande del mundo y está
sólidamente comprometido en innumerables empresas inmobiliarias, plástico,
electrónica, acero, cemento, textiles, química, alimentos y construcción.
La firma
Italgas, perteneciente al Vaticano, tiene sucursales en 36 ciudades italianas.
Este Estado también participa en negocios de alquitrán, hierro, destilerías,
agua potable, hornos a gas e industriales. De los
aproximadamente 180 institutos financieros italianos, por lo menos un tercio
dispone de dinero del Vaticano. Además, es
dueño de muchos de los bancos más influyentes de Roma y participa en Europa,
Norte y Suramérica, de una abrumadora cantidad de poderosas empresas, algunas
de las cuales pertenecen mayoritariamente al Vaticano, como Alitalia y Fiat.
En España,
el Vaticano firmó el 3 de enero de 1979 un acuerdo sobre asuntos económicos de
la Iglesia Católica española que contiene su financiación y su extensión de
impuestos. Solamente, a
cargo directo de los presupuestos generales del Estado, la Iglesia Católica
española recibió en 2005 141 millones 469 mil 680 euros (183 millones 705 mil
dólares).
(Continuara)
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